Carta Insomne de Luna Llena

Serví un café, me envolví bien, tomé una silla y me senté en el balcón a ver la Luna... y lloré. Tal vez fue al revés: tal vez me senté a llorar y me tocó la suerte que hubiera Luna llena.
El cielo estaba especialmente claro. Todo el paisaje parecía sacado de una película de ciencia ficción. De esas donde hay muchas lunas y edificios y una neblina espesa. Un avión pasó por en frente de la luna y entonces me llegó una idea rara y muy loca: si tu estuvieras viendo en ese momento la Luna ¿también estaría igual de llena? (y te regalé mi Luna desde aquí deseando que te llegara). Pero entonces, si no ves el avión que pasa, porque pasa por aquí ¿estás viendo la misma Luna en otro Cielo? ¿Y cómo es ese cielo que tu ves hoy?
Y no me he vuelto loca, es solo este maldito insomnio que me hace pensar cosas extrañas y se me ocurrió aprovechar el tiempo escribiendo semejantes disparates y que tal vez, ya que no tenemos ni el mismo tiempo, ni el mismo cielo, ni las mismas lunas, mis palabras podrían acercarnos al menos, un poquito más.