La Mañana del Día Siguiente

"HOY HE AMANECIDO COMO SIEMPRE, PERO CON UN CUCHILLO EN EL PECHO".
Se calzó los zapatos, se calzó el corazón y sorbió un café desvanecido y turbio (el más amargo de todos sus días). Dispuso sus proyectos para hoy, sus sueños para ayer y sus deseos para nunca jamás (y redactó su sentencia por escrito). Tampoco saldría a buscar quién le hiciera olvidar su dolor. Nada que le sacara de allí aquel cuchillo o le borrara el recuerdo, la memoria, la cicatriz. La nueva cicatriz de su recién destrozado corazón de mujer.